Constituyen un importante componente de la terapia antihomotoxica. Están indicados preferentemente en enfermedades crónicas reactivando las funciones orgánicas, especialmente en pacientes mayores. Estos medicamentos se utilizan según el principio de similitud, es decir, se administra el órgano preparado correspondiente al órgano enfermo. Los Órganos preparados (suis) contienen tejidos orgánicos elaborados homeopáticamente, atenuados y potenciados, según la norma 42 de la Farmacopea Homeopática Alemana de 1978 (HAB 1), procedentes de cerdos sanos.
En lo que respecta a su mecanismo de acción, los órganos preparados (suis) normalizan el potencial energético del tejido alterado (Científicamente: potencial de membrana celular), actuando sobre la mitocondria dañada y actuando como detoxificante en la Matriz extracelular.